Feliz cumpleaños mi niño
Hoy es el cumpleaños de mi hijo adoptivo Holk, es un cielo y le quiero un millón. Lastima que estemos tan lejos, hoy necesitaba darte un fuerte abrazo en directo.
Espero te lo pases muy bien en el día de tu cumpleaños cariño y que todo te salga como deseas.

Y aquí mi pequeño regalo, espero te guste. Un relato corto, pequeño, pero con todo mi cariño.

Feliz cumpleaños mi Krieger Holkan

Acariciaba mi pelo despacio, apartaba los mechones pegados a mi frente con deliberada lentitud, con ese cariño que solo ella podía darme, sentía el amor con el que me tocaba, sentía como esa calidez se desprendía de sus poros y chocaba contra mi piel. Ella era un ángel a mi lado, mi ángel protector.
La noche había sido un verdadero infierno, pero no se había apartado de mi lado ni un solo momento, sujetando mis vendas y enjuagando mis fiebres, limpiando mis venas y saciando mi sed. Apretaba mis manos para que así la pudiera sentir cerca, mientras que las febriles ensoñaciones me dejaban exhausto y desmadejado. Traía sus ungüentos y medicamentos, acompañados de brebajes que aún sabiendo deberían estar horribles, hacia lo posible porque no fuese ese el caso.
“Tómalo cariño, es para ponerte bien” me decía en el oído mientras mis comisuras gachas se notaban disconformes.
Los delirios me suscitaban escalofríos y estos a su vez más delirios. Estaban siendo unas horas nocturnas muy tediosas y seguramente cansadas y agotadoras para mi pobre acompañante.
Al fin el día despunto y sentí como un traicionero rayo de sol se colaba por mi ventana, reflejándose en la bandeja de plata que posaba a los pies de mi cama. Una bandeja que sabia había dejado yo la noche anterior.
Estaba solo.
La preocupación vino a mi al recordar que quizás mi madre solo había sido un sueño, que quizás ella solo había estado conmigo en mis pensamientos, que esas caricias y te quieros solo fueron producto de mi imaginación.
“Madre, te echo tanto de menos”
Y aunque esta ultima frase quería haberla dicho en mi mente, se exteriorizo a través de mi garganta y traspaso el silencio de la habitación.
La pena más grande e hiriente ocupo por entero mi corazón, que solo me sentía en aquella sala vacía. Las lágrimas amenazaban por salir en ráfagas largas y mojar así mis sabanas, ya anteriormente por la fiebre mojadas.
“¿Qué me echas de menos?, cariño solo fui a la cocina a por algo sólido para mi niño. Jamás me iré del lado mi bebe consentido, aquí estará tu mami para cuidar a su perfecto Holk. Ahora tomate esto como niño bueno y deja de llorar que seguro te hace mal”
Y acto seguido me dio un beso en la frente y espero abrazando mis hombros a que cumpliera su mandato y tomara lo que me había preparado.

Mi hijo consentido, mi Guerrero Holkan, te quiero muchísimo.

Tú mamá Sirene siempre contigo.